Esperamos pasar por el desvío de Pasamayo y encontrar neblina como la que vivimos hace años, con la que apenas se veía la parte delantera del auto, pero esta vez no fue así, simplemente no había neblina, ni de ida ni de vuelta.
La carretera de ingreso a Caral parte de aproximadamente el kilómetro 185 de la carretera hacia el Norte, es una carretera asfaltada por lo que se puede ir con cualquier tipo de auto
Existe una entrada a las ruinas por el kilómetro 18 pero hay que cruzar el río Preferimos seguir hasta el kilómetro 21 y dejar el auto en unos estacionamientos especialmente acondicionados y caminar hasta las ruinas (aproximadamente 15 minutos). Hay que estar en buen estado físico, la caminata es fuerte, son 3 horas caminando continuamente (entre el llegar y volver de las ruinas y las visitas a ellas) pero por otro lado, mi padre tiene 78 años y lo hizo sin problemas.
Es impresionante ver la arquitectura de hace 5 000 años, escalera en el centro de la pirámide y en muchos casos conjunto de viviendas al costado. Las plataformas no fueron construidas en una misma época sino que se fueron haciendo poco a poco, primero una central, luego se agrandaba y esta central crecía (anulando la escalera anterior y ponendo una nueva).
Las paredes de piedra, con unión de argamasa de barro, al parecer enlucida y pintada con frecuencia (se han encontrado paredes con 17 capas de pintura (blanca, crema, ocre), entre pared y pared (teniendo en cuenta que las pirámides crecían cada cierto tiempo, se han encontrado bolsas (con materiales de la zona) con tierra, ripio y arena.
Luego de la visita y regresando al kilómetro 185, seguimos hacia el norte y entramos a Barranca, a almorzar al restaurant Tato, buen "Tacu Tato" con lenguado, precio mas que adecuado.
Un muy buen paseo, recomendable totalmente.
